VOLUMEN VIII

RESEÑAS, CORRESPONDENCIA Y BIBLIOGRAFÍA

 

LIBRO II

CORRESPONDENCIA

 

8. A LADY WELBY

 

§1. Sobre los signos y las categorías (8.327 - 8.341)

 

8.328. Usted sabe que yo apruebo especialmente inventar nuevas palabras para nuevas ideas. No sé si el estudio que llamo Ideoscopía pueda considerarse una nueva idea, pero la palabra fenomenología se usa en un sentido diferente. Ideoscopía consiste en describir y clasificar las ideas que pertenecen a la experiencia común o que surgen naturalmente en relación con la vida cotidiana, sin considerar si son válidas o inválidas o su psicología. Desarrollando este estudio, hace ya tiempo (1867) agrupé, después de sólo tres o cuatro años de estudio, todas las ideas en las tres clases de Primeridad, Segundidad y Terceridad. [...] Las ideas de Primeridad, Segundidad y Terceridad son bastante simples. Comenzando por el sentido más amplio posible, para incluir las ideas así como las cosas, y las ideas que imaginamos que tenemos así como las que tenemos, definiría Primeridad, Segundidad y Terceridad así:

Primeridad es el modo de ser de aquello que es tal como es, positivamente y sin ninguna referencia a nada más.

Segundidad es el modo de ser de aquello que es tal como es, respecto de un segundo y sin considerar ningún tercero.

Terceridad es el modo de ser de aquello que es tal como es, poniendo un segundo y un tercero en relación uno con otro.

Llamo a estas tres ideas las categorías cenopitagoreas.

 

8.329. Las ideas de primeridad típicas son las cualidades de las sensaciones  o meras apariencias. [...]

 

8.330. El tipo de una idea de Segundidad es la experiencia del esfuerzo, prescindiendo de la idea de un propósito. [...] La Segundidad es genuina o degenerada. En general, la segundidad genuina consiste en una cosa actuando sobre otra, la acción bruta. Digo bruta porque en cuanto aparece la idea de una ley o razón, aparece la Terceridad. [...]

 

8.332. No me he dedicado suficientemente al estudio de las formas degeneradas de la Terceridad, aunque pienso que tiene dos grados diferentes de degradación. En su forma genuina, la Terceridad es la relación triádica que existe entre un signo, su objeto y el pensamiento interpretante, él mismo un signo, considerado como constituyendo el modo de ser de un signo. [...]

 

8.333. Estoy ahora preparado para dar mi división de los signos, tan pronto como haya puntualizado que un signo tiene dos objetos, su objeto tal como está representado y su objeto en sí. Tiene también tres interpretantes, su interpretante tal como está representado o sirve para ser entendido, su interpretante tal como está producido y su interpretante en sí. Entonces los signos pueden dividirse conforme a su propia naturaleza material, conforme a sus relaciones con sus objetos y conforme a sus relaciones con sus interpretantes.

 

8.338. Según mi presente enfoque, un signo puede atraer (appeal) a su interpretante dinámico de tres modos:

1º, un argumento sólo puede presentarse a su interpretante, como algo cuya razonabilidad se reconocerá.

2º, un argumento o dicente puede empeñarse con el interpretante mediante un acto de insistencia.

3º, el argumento o el dicente puede estar y un rhema solo puede presentarse al interpretante para la contemplación.

 

8.339. Finalmente, en su relación con su interpretante inmediato, yo dividiría los signos en las tres siguientes clases:

1º, aquellos que se interpretan en pensamientos u otros signos de la misma clase en series infinitas,

2º, aquellas que se interpretan en experiencias reales,

3º, aquellos que se interpretan en cualidades de sentimientos o apariencias.

 

8.341. En total, entonces, diría que hay diez clases principales de signos

1.      Qualisignos

2.      Sinsignos  Icónicos

3.      Legisignos Icónicos

4.      Vestigios o Sinsignos Indiciales Rhemáticos

5.      Nombres Propios o Legisignos Indiciales Rhemáticos

6.      Símbolos Rhemáticos

7.      Sinsignos Dicentes (como un retrato con una leyenda)

8.      Legisignos Indiciales Dicentes

9.      Proposiciones o Símbolos Dicentes

10.  Argumentos

 

 

§2. Sobre la clasificación de los signos (8.342 - 8.379)

 

8.342. [...] lo que usted llama "significado" es equivalente al estudio que yo titulo lógica. En mi trabajo del 14 de mayo de 1867 digo: "Llego a esto, que la lógica trata de la referencia de los símbolos en general hacia sus objetos. Desde esta perspectiva esta es una del trivium de ciencias concebibles. La primera trataría de las condiciones formales de los símbolos que tienen significado, o sea, de la referencia de los símbolos en general hacia sus fundamentos o caracteres atribuidos; y esta podría llamarse Gramática Formal (la grammatica speculativa de Duns). La segundo, lógica, trataría de las condiciones formales de la verdad de los símbolos. La tercera trataría de las condiciones formales de la vigencia [force] de los símbolos o de su poder para apelar a una mente, o sea, de su referencia en general a los interpretantes y esta podría llamarse retórica formal. [...] y por el momento los estudios cenoscópicos (o sea, aquellos estudios que no dependen de nuevas observaciones especiales) de todos los signos continúan siendo una ciencia indivisa [...]

 

8.343. Me parece que uno de los primeros escalones útiles hacia la ciencia de la semeiótica (σημειωτιή) o la cenoscópica ciencia de los signos, debe consistir en una definición precisa, o análisis lógico, de los conceptos de la ciencia. Yo defino un Signo como todo lo que por una parte está determinado por un Objeto y por otra  determina una idea en la mente de una persona, esta última determinación, que llamo el Interpretante del signo, está por tanto mediatamente determinado por ese Objeto. Un signo, por tanto, tiene una relación triádica respecto de su Objeto y respecto de su Interpretante. Pero es necesario diferenciar el Objeto Inmediato o el Objeto tal como el Signo lo representa, del Objeto Dinámico u Objeto efectivamente eficiente pero no inmediatamente presente. Del mismo modo es necesario diferenciar el Interpretante Inmediato, o sea, el Interpretante representado o significado en el Signo, del Interpretante Dinámico o efecto realmente producido en la mente por el Signo; y ambos del Interpretante Normal o efecto que se produciría en la mente por el Signo después del suficiente desarrollo del pensamiento. En estas consideraciones baso una reconocimiento de los diez aspectos según los que pueden dividirse los Signos. No digo que estas divisiones sean suficientes. Pero como cada uno de ellos produce una tricotomía, se sigue que para decidir qué clases de signos resultan de ellos, tengo 310 o 59049, preguntas difíciles de considerar atentamente; y por ello no trataré de llevar mi división sistemática de los signos más allá, sino que lo dejaré para futuros exploradores.

 

8.344. Los diez aspectos según los cuales se determina la principal división de los signos es la siguiente:

1º, Según el Modo de Aprensión del propio Signo,

2º, Según el Modo de Presentación del Objeto Inmediato,

3º, Según el Modo de Ser del Objeto Dinámico,

4º, Según la relación del Signo con su Objeto Dinámico,

5º, Según el Modo de Presentación del Interpretante Inmediato,

6º, Según el Modo de Ser del Interpretante Dinámico,

7º, Según la Relación del Signo con el Interpretante Dinámico,

8º, Según la Naturaleza del Interpretante Normal,

9º, Según la Relación del Signo con el Interpretante Normal,

10º, Según la Relación Triádica del Signo con su Objeto Dinámico y su Interpretante Normal.

 

8.345. Las diez divisiones me parecen ser todas Tricotomías; pero es posible que alguna de ellas no lo sea exactamente. [...]

 

Las Diez Grandes Tricotomías de Signos

(como las entendí el 24 de diciembre de 1908)

 

8.346. I. Un Signo está necesariamente presente, por sí mismo, ante la Mente de su Intérprete. Ahora bien, hay tres modos completamente diferentes en que los Objetos están presentes ante las mentes:

Primero, en sí mismos tal como son en sí mismo. Los sentimientos están especialmente presentes de esta manera. [...]

Segundo, la sensación de algo que se opone al Esfuerzo de uno [...]

Tercero, aquello que está almacenado lejos en la Memoria de uno; Familiar y, en cuanto tal, General.

 

8.347. En consecuencia, los Signos, respecto a su Modo de Presentación posible, son divisibles (σ) en

A.    Potisignos u Objetos que son Signos en cuanto son meramente posibles, pero se siente que son positivamente posibles [...]

B.     Actisignos u Objetos que son Signos en cuanto Experimentados hic et nunc; [...]

C.     Famisignos, signos familiares, que deberán ser Generales, en cuanto los signos Generales deben ser familiares o compuestos de signos Familiares. [...]

 

8.349. II. . . Los Objetos pueden presentarse de tres modos:

1º, Como meras Ideas o lo que podrían ser si las cosas no fuera como son; como una superficie geométrica o una noción absolutamente definida y diferenciada.

2º, Como llamando la atención brutalmente.

3º, Como sugiriéndose a sí mismos Racionalmente o como Hábitos con los que una ya está reconciliado.

 

8.350. Al adoptar esta enumeración con una base de una división de los Signos, obtengo:

A.    Descriptivos, que determinan sus Objetos afirmando las características del último.

B.     Designativos (o Denotativos) o Indicativos, Denominativos,  que, como un pronombre Demostrativo o un dedo que apunta, dirige brutalmente los ojos mentales del intérprete hacia el objeto en cuestión que, en este caso, no puede darse mediante un razonamiento independiente.

C.     Copulativos, que ni describen ni denotan sus Objetos, sino que expresan meramente las relaciones lógicas de este último con algo a lo que se refiere de otro modo.

 

8.366. III. Con respecto a la Naturaleza de su Objeto dinámico, encuentro que los signos son ya bien

1.      Signos de Posibles. O sea, Abstractivos tales como Color, Masa, Blancura, etc.

2.      Signos de Ocurrencias. O sea, Concretos tales como Hombre, Carlomagno.

3.      Signos de Colecciones. O sea, Colectivos tales como Humanidad, la Raza Humana, etc.

Por Abstractivos entiendo signos de abstracciones inmediatas; pero tenía cierta duda acerca de qué hacer con las abstracciones que resultaban del experimento. Creo que hubiera sino necesario estudiar las subdivisiones de estas clases pero nunca lo investigué.

 

8.367. Yo opinaba que, si el Objeto Dinámico es un mero Posible, el Objeto Inmediato sólo podría ser de la misma naturaleza, mientras que, si el Objeto Inmediato fuera una Tendencia o Hábito, entonces el Objeto Dinámico debería ser de la misma naturaleza. Consecuentemente, un Abstractivo deberá ser una Marca, mientras que un Tipo deberá ser un Colectivo, lo que muestra cómo concibo los Abstractivos y los Colectivos.

 

8.368. IV. La cuarta Tricotomía es la que uso con más frecuencia: Icono, Índice23 y Símbolo.

Las seis tricotomías faltantes tienen que ver con el Interpretante, que usted [Lady Welby] ha estudiado, supongo, con mayor profundidad que yo.

 

8.369. V. Respecto a la naturaleza del Interpretante Inmediato (o Experimentado [Felt]), un signo puede ser: Exclamativo [Ejaculative] o que meramente expresa un sentimiento; Imperativo, que incluye, por supuesto, al Interrogativo; Significativo.

Pero, después, transformé a ésta en la 7ª Tricotomía y sustituí, con grandes dudas, para la quinta: Hipotético, Categórico, Relativo.

 

8.370. VI. Respecto a la Naturaleza del Interpretante Dinámico: Afín [Sympathetic] o Apropiado [Congruentive]; Chocante [Shocking] o Percutiente; Común [Usual].

 

8.371. VII.  Respecto a la Manera de Apelación al Interpretante Dinámico: Sugerente, Imperativo, Indicativo.

 

8.372. VIII. Conforme al Objetivo del Interpretante Eventual: Satisfaciente [Gratific], Para producir acción; Para producir auto-control.

 

8.373. IX. Respecto a la Naturaleza de la Influencia del Signo: Sema [Seme], como un signo simple; Fema [Pheme], con antecedente y consecuente; Deloma [Delome], con antecedente, consecuente y principio de secuencia. [ver 4.538]

 

8.374. X. Respecto a la Naturaleza de la Certeza [Assurance] de la Expresión: certeza del Instinto; certeza de la Experiencia; certeza de la Forma.

 

 

 

 


 

23  (Ed.) "Un índice representa un objeto en virtud de su conexión con él. No hay diferencia si la conexión es natural o artificial o meramente mental. Hay, no obstante, una diferencia importante entre dos clases de índices. Algunos meramente representan [stand for] las cosas o cuasi-cosas individuales de las que la mente interpretante ya está informada, mientras otros pueden usarse para afirmar hechos. Son ejemplos de los de la primera clase, que pueden denominarse designaciones [designations], los pronombres personales, demostrativos y relativos, las letras adosadas a una figura geométrica, y las letras comunes del álgebra. Actúan forzando la atención hacia la cosa pretendida. Las designaciones son absolutamente indispensables tanto para la comunicación como para el pensamiento. Ninguna afirmación tiene significado salvo que haya alguna designación para mostrar a qué universo de la realidad o de la ficción se está refiriendo. A la otra clase de índices puede denominarse reactivos [reagents]. Así, el agua de una vasija con raspaduras de alcanfor mostrará si la vasija está limpia o no. Si digo que vivo a dos millas y media de Milford, quiero decir que una barra rígida que alcanzaría justo de una línea a otra sobre determinada barra en Westminster, podría colocarse exitosamente sobre el camino desde mi casa hasta Milford, 13200 veces, y así puesta sobre el camino de mi lector le daría el conocimiento de la distancia entre mi casa y Milford. Por tanto, la expresión "dos millas y media" es, no exactamente un reactivo, sino la descripción de un reactivo. Un grito de auxilio no sólo pretende imponer a la mente el conocimiento de que se busca auxilio, sino también imponer a la voluntad el proporcionarlo. Éste es, por ello, un reactivo utilizado retóricamente. Así como una designación puede denotar sólo que la mente interpretante ya tiene conocimiento de la cosa que denota, así un reactivo puede indicar sólo que la mente ya tiene conocimiento de esta conexión con el fenómeno que indica." De "Notes on Topical Geometry", sin fecha, Widener IA-2.